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Apolinar Azanza 1921 |
Apolinar Azanza Azcona (Estella (Navarra), 23 de Julio, 1889 - Pamplona, 21 de Agosto, 1959
Científico navarro, pionero en España en la investigación de genética
vegetal. Su innovadora y fecunda investigación de la primera
mitad del siglo XX, está avalada por los buenos resultados obtenidos en su
doble línea investigadora: Cerealística
y Vitivinícola, obteniendo mediante la hibridación mendeliana nuevas variedades de trigo a los que denominó “Navarros”,
así como de maíz, viníferas y portainjertos
Formación académica
Estudios
Enseñanza Media Agropecuaria (Equivalentes a los de Perito Agrícola) Dos cursos
teóricos: 1907- 1908 y 1908-1909
Dos
años de prácticas: 1910-1911
Estudios y prácticas realizados
en la Granja Escuela Práctica de Agricultura Regional de Navarra y
Vascongadas- Pamplona, dirigida por Carlos Goiburu y Lasa con quien se inició
en la investigación de cereales[1].
Enología (“Título de honor”[2])
Cursos: 1912-1913
1913-1914
1914-1915
En la Escuela Nacional de Viticultura y Enología de Reus, creada
en dicho año, 1912, siendo la única en España que impartía el título oficial de
Enología y en donde realizó las primeras hibridaciones de vides.
Actualización
continua de estudios
Beca
de la Diputación de Navarra en 1933 para conocer los Centros de
genética vegetal de Italia, cuyas investigaciones habían conseguido ganar “La
Batalla del Grano” con trigos de alto rendimiento, como los logrados por
Nazareno Strampelli, quien le acompañó en su visita a la “Real Stazione
Sperimentale di Granicoltura” de Rieti.
Intercambios
profesionales con el Instituto de Agronomía Experimental de Leningrado, dirigido por el destacado
genetista Nicolai Ivanovich Vavilov (1887-1943), con quien estuvo en Pamplona y mantuvo correspondencia desde
1927 hasta 1935.
Con la bibliografía más puntera de los genetistas europeos más destacados
de principios del siglo XX, como se puede comprobar en su biblioteca .
Vida laboral
1916 - 1919: Profesor de “Ampelografía y Viticultura” en la Escuela
Nacional
de Viticultura y Enología de
Reus
Jefe de Cultivos en la misma Escuela
1919-1959 : En el Servicio de
Agricultura de la Diputación de Navarra, como Jefe del Instituto de Mejora de
Plantas con dedicación plena a la investigación cerealística y vitivinícola.
Patente y Títulos de obtención vegetal Panfermentógrafo. Aparato que servía para
determinar el valor panadero de las harinas, la prueba de fermentación. Fue
patentado a nombre de Apolinar Azanza Azcona por el Ministerio de Industria y
Comercio de España, el 17 de Abril de 1946
Títulos
de obtención vegetal : Variedades de trigos
A todas sus variedades de trigo
creadas por hibridación, A. Azanza les puso el nombre de “Navarros”, como se ha indicado más arriba.
De los que hasta ahora se ha
encontrado constancia de su reconocimiento oficial, se pueden citar los
siguientes:
Navarro 101 (Antiguo “Involcable navarro”)
Navarro 105 (“Enano” para los agricultores navarros)
Navarro 122
Premios
1926- Premio del Certamen Científico Literario convocado por el “Ayuntamiento
Constitucional de Pamplona” al
trabajo presentado con el lema “Con buenos tutores sube el lúpulo muy alto”
1926- Premio del Certamen Científico Literario convocado por el “Ayuntamiento
Constitucional de Pamplona”, al
trabajo presentado con el lema “Por el resurgir de la fibra navarra”.
1928- Premio de la Diputación de Navarra del 4º Certamen Científico-Literario, convocado por el “Ayuntamiento Constitucional de Pamplona”, al
trabajo presentado con el lema “Armonía en el progreso”,
1931-Premio del Patronato de la Biblioteca Olave de la Diputación de Navarra a la obra “La Cerealicultura
en Navarra”
Perfil profesional
Investigación cerealística
Hibridación de trigos : Resultados
Se dedicó tanto al estudio de los trigos como al de los maíces,
cebadas y avenas, pero destacó, por los éxitos alcanzados, en su labor en la mejora
del trigo que en esa época era “el cultivo rey” de Navarra
El método elegido fue, el, en aquellos años, 1920, muy novedoso: hibridación artificial, método que llevaban a cabo los “genetistas”, como él mismo
se consideraba, basándose en Mendel cuyas importantes Leyes se habían redescubierto en 1900-1905, así como en Naudin,
Percival y Vavilov, con quien, como ya hemos señalado,
mantuvo contactos profesionales entre 1927 y 1935.
Llegó a obtener numerosas
nuevas variedades de trigo, los ya citados “Navarros”,
que cumplían los objetivos que se había propuesto al inicio de su investigación:
-Mejorar las
plantas de trigo, aunando calidad
y productividad
-Obtener
nuevas variedades aptas para
terrenos pobres y climas duros
-Solucionar
el problema de falta de
resistencia al “volcado” o
“encamado”
-Atacar al
hongo causante de las “royas”
Así, con anterioridad a la “Revolución Verde” de Borlaug en los años
60, Apolinar Azanza había obtenido
ya en 1937, como resultado de sus investigaciones iniciadas en 1919 trigos
“semi-enanos” de alto rendimiento (hasta 6.000 Kg./hectárea), cuando en España la media de productividad del trigo en 1930/35
era de 940 kg./hectárea)[3], y además eran resistentes
al encamado:
Navarro 105: (“enano” para los agricultores
navarros): 5 a
6.000.kg/hectárea
Navarro 168: 4 a 5.000 kg./
hectárea
Y otros trigos destacados
también por otras cualidades además de por su alto rendimiento:
Navarro 101: resistente a las royas y el encamado, alta
productividad, 5.000 kg./hectárea y
buena calidad panadera.
Navarro
122: entre 4 a 5.000 kg./hectárea, resistente al encamado, escaldado y a la sequía.
Las buenas cualidades de
los trigos obtenidos hicieron que
varios de ellos fueran reconocidos oficialmente por el
Ministerio de Agricultura español: el Navarro 101, el Navarro 122,
y el Navarro 105.
Los agricultores navarros de los años 40 y 50 del siglo XX los preferían a variedades de gran fama en Europa sembradas hasta
entonces como el Mentana, Involcable de Vilmorín, Ardito, e Híbrido L-4. y
todavía en la campaña 1961-62, el Servicio Nacional del Trigo del Ministerio de
Agricultura Español incluía en su lista de variedades recomendadas el Navarro 101, el 105 y el 122
En el ámbito internacional contribuyó
a la formación de la importantísima
colección de cereales del “Institut de Botanique Appliquée et d`Amélioration
des Plantes” de Leningrado,
dirigido por Nicolai Ivanovich
Vavilov a quien envió, previa su solicitud durante su estancia
en Pamplona, variedades endémicas
en Navarra: Emmer, Triticum dicoccum.
Hibridación de maíces: Resultados
Abrió otra línea de investigación, la del maíz, ya que esta planta también figuraba entre los graves
problemas agrícolas que sufría
España en los primeros años del
siglo XX, por su déficit permanente para cubrir las necesidades de consumo de la
ganadería española, ya que las variedades de maíz que se estaban empleando
producían un promedio bajísimo: 14 quintales por hectárea, frente a los 155 de
Estados Unidos y los 80 de Italia.
El método que pensó era el más apropiado para mejorar las plantas de
maíz fue el de la hibridación, para lo que, en primer lugar, realizó estudios comparativos de 200
variedades de este cereal procedentes de diferentes regiones españolas, así
como de Italia (entregadas personalmente por N. Strampelli a A. Azanza en
1933 en la “Real
Stazione Sperimentale di Granicoltura de Rieti”) y de Argentina.
Las plantas que
demostraron mejores cualidades
para ser hibridadas fueron el “Argentino
rojo” y el “Blanco
de Cadreita”, con
cuyo cruce alcanzó un rendimiento de 80 quintales por hectárea,
iniciando en 1935 el reparto de las nuevas semillas de maíz y ya en 1939
se repartieron 15.000 kilos anuales del “Cadreita X Argentino” a solicitud de
los agricultores navarros, defendiendo su cultivo en regadío frente a las
orientaciones del Estado.
Paralelamente a la investigación anterior, en Galicia, el investigador C. Gallastegui, lograba también mejorar las
plantas de maíz, pero, tras los ensayos pertinentes en Navarra, A. Azanza llegó
a la conclusión de que para condiciones climáticas diferentes a las de
Galicia, los maíces híbridos obtenidos por él mismo eran superiores a los maíces de C. Gallastegui,
Selección de cebadas :
Resultados
El inicio de su estudio
fue más tardío, 1932, pues
tuvo que esperar a disponer de
parcelas para ensayar sus trabajos,
y no las consiguió hasta
que los terrenos de la Granja de Pamplona pasaron del Estado a la Diputación de Navarra, por
gestiones del propio Apolinar Azanza.
El método de obtención de buenas variedades de cebadas fue el de
selección, entre las que destacaron por sus buenas cualidades de elevada
productividad y resistencia al encamado: “Compacta Navarra nº 4” y “Compacta Navarra nº 7”.
La “Compacta Navarra nº 4” se propagó por buena parte de los campos navarros sustituyendo a
la “Marzal” por su resistencia al encamado y elevada
productividad en terrenos fértiles,
donde podía rendir por encima de los 5.000 kilos por hectárea. y era muy apropiada para cultivarse en las zonas regables del Valle
del Ebro y otras comarcas similares de España
Y también en relación con la cebada, sus dotes de observación le llevaron al hallazgo de un híbrido espontáneo entre una cebada dística y otra
exástica,
Investigación vitivinícola
Hibridación de viníferas y portainjertos: Resultados
Para mejorar la calidad de los vinos navarros poco apreciados por el
tipo de vinífera dominante en Navarra, la garnacha (90%), y para hallar
portainjertos resistentes a la filoxera,
se propuso una investigación “unica de su clase en España”[4],
la de la hibridación.
Era conveniente sustituir la garnacha por su propensión al aborto o corrimiento de flores
(desastres de 1921, 1923, 1926 y 1930) y por sus
características poco favorables “para tipos finos de mesa.”[5]
, aunque le reconocía valor para vinos de elevadas graduaciones.
Para la hibridación de viníferas contó con más de 3.500 variedades de
vides la colección más completa de España y acaso de Europa, de los Campos de
Estudios Vitícolas de Villava (Navarra), dependientes en parte de la Estación
Ampelográfica Central de Madrid hasta 1933, en que pasó a la Diputación de
Navarra por iniciativa de Apolinar Azanza.
Antes del método de hibridación, intentó mejorar la garnacha por
el sistema de siembras para lo
que a lo largo de los años sembró más de un millón de pepitas, pero los resultados no
eran totalmente satisfactorios, por lo que se propuso otra metodología, la
del mestizaje o hibridación de
la garnacha con otras viníferas locales, que mantuviesen sus virtudes y desterrasen su defectos. Las
variedades obtenidas las denominó siguiendo la combinación de ambos nombres y
numerándolas para distinguir los distintos tipos:
Garnacha X
Mazuela= Garzuelas
Garnacha X
Tempranillo= Gartempra
Garnacha
X Bobal=Garbales
Tempranillo X
Crujidera
Tempranillo X
Moscatel
Macabeo X
Moscatel
Macabeo X
Tintorera
Las tres primeras fueron las que mejores resultados dieron, destacando
la “Gartempra número 11”, “con
la que se podrían conseguir, hasta en parajes fríos, vinos alcohólicos, muy
coloreados y a la vez suaves al paladar, del tipo Rioja, pero probablemente
mejores”[6]
, de racimos del tipo Tempranillo
que no abortaban y maduraban
pronto y, sobre todo, la “Garbal número 31”, a la que le auguraba “un
brillante porvenir en las tierras cálidas de nuestra viticultura nacional”[7]. por su resistencia a los golpes del sol
canicular y por conservar lo mejor de la garnacha y de la Bobal.
Investigó para la creación
de nuevos portainjertos que no fueran propensos a ser atacados por la filoxera y que conservaran parte de
la savia europea, una proposición que escandalizó a muchos, pero que él
consideraba básica para una buena
adaptación de las nuevas plantas.
Con el sistema de siembras había logrado el “Portainjertos número 17”
(Mourvedre X Rupestris 1202
de Couderc) que, por sus buenas cualidades, formaba parte ya de las plantas servidas a los
viticultores por la Dirección de
Agricultura de la Diputación de Navarra y con el método de la hibridación se
había conseguido el portainjertos más prometedor, el denominado “Portainjertos número 45”, resultado
de la hibridación del 1202 de Couderc
X Rupestris Lot
Una síntesis de parte de sus
trabajos vitivinícolas los recogió en Los Vinos navarros
de 1954-1955,[8] el único estudio analítico,
hasta aquel año, de los vinos de
toda Navarra, con propuestas concretas sobre el empleo de las nuevas viníferas
y portainjertos resultado de sus investigaciones, con la salvedad expresada de
que eran investigaciones que requerían mayor número de años para que las
propuestas fueran más sólidas.
Estudios contra las plagas del viñedo
Erradicación de la filoxera
Desempeñó un papel fundamental en la erradicación de la filoxera
en los viñedos navarros, al descubrir
en 1911 la reaparición de la temible plaga en las viñas
reconstituídas tras la primera llegada de la filoxera a
Navarra en 1892 y proponer soluciones que resultaron eficaces, aunque tardaron
ocho años en reconocérselas, 1911-1919, en los que los viñedos navarros sufrieron un gran deterioro.
Por fin, se convocó la Asamblea Nacional de Viticultura
(Pamplona, Septiembre de 1919), en
la que fueron aprobadas las propuestas
de A. Azanza sobre la filoxera:
A- El decaimiento de los viñedos en
Navarra se debía a la filoxera y no a la negligencia de los viticultores[8], como se afirmaba desde el Servicio Vitícola de la Diputación
de Navarra.
B- La
filoxera atacaba de manera muy marcada a los portainjertos
francoamericanos frente a los
americanos puros o híbridos américo-americanos
C- Estableció
una escala de los tipos de
variedades de vid resistentes en
mayor o menor grado a la filoxera:
En orden
decreciente, o sea de menor o mayor resistencia a la filoxera, esta era la
escala que estableció A. Azanza de los portainjertos francoamericanos:
-Colombeau X
Rupestris 3.103 de Couderc (también conocido como Gamay-Couderc)
-Bourrisguon
X Rupestris 93 de Couderc
.Murviedro X
Rupestris 1202 de Couderc
-Aramon X
Rupestris números 2, 9, y 1 de
Gaucin
-Chasslas X
Berlandieri 41 de Millardet
D- Destacaba
que de todos los factores para
contrarrestar el problema de la filoxera, el más importante era el patrón de
vid utilizado, como se ha indicado más arriba, pero consideraba que tampoco esta solución daba resultados al cien por cien y de ahí que era necesario tener
presentes otros factores para
evitar la propagación de la filoxera, como: el clima, los
tipos de suelo y el laboreo
Otras plagas
Salvó numerosas cosechas de vino en Navarra diagnosticando a tiempo enfermedades de las vides para poder tratarlas adecuadamente, como la de la plaga de
la “acariosis”, que fue el
primero en España (1914) que la identificó. Avisó en numerosas ocasiones (en
artículos periodísticos con el pseudónimo de “ Ampelos” de la aparición del mildiú para que se sulfatase a tiempo, condición que
consideraba esencial para que el tratamiento fuese eficaz. Otras plagas de las vides diagnosticadas y para las
que propuso remedios fueron: clorosis,
oidium, piral y altisa.
Trabajo de divulgación
A su labor científica hay que agregar un importante trabajo de divulgación, pues en
sus investigaciones priorizaba que
éstas fueran de utilidad para los agricultores. Por ello, escribió muchísimo, en
diversas ocasiones bajo el pseudónimo de “Ampelos”, siempre de manera muy didáctica incluso sobre los temas más áridos
como los referentes a las leyes de
la genética, pero no logró que le publicaran más que una pequeña parte de todos
sus escritos, quedando todavía hoy (2013) inéditas sus obras más importantes como La hibridación como procedimiento mejorador de
los trigos españoles. Resultados obtenidos en Navarra (1927), presentada en el I Congreso Nacional Cerealista (Valladolid, 1927), en el que la
catalogaron como “de valor
extraordinario”, La Cerealicultura en Navarra (1931) Premio Olave de la Diputación de Navarra y Los vinos navarros de 1954-55 (1956)
Sí que logró ver publicados
algunos libros como
La filoxera
en los viñedos reconstituidos de Navarra,[9]
del
que fueron editados 5.000 ejemplares que se difundieron rápidamente entre los viticultores de España y el
extranjero y algunos otros de menor entidad como El
Oidium de la vid. Origen, reconocimiento y tratamientos contra esta
enfermedad[10] , Formulario de Terapéutica vegetal[11], La Piral y su tratamiento[12]
, e
Ideas y consideraciones sobre posibles planes a desarrollar por un
consorcio de bodegas cooperativas de Navarra[13].
La falta de publicación de sus libros se vio compensada, en parte, por los centenares de artículos que vio publicados en
revistas de temática agrícola,
tanto en las nacionales como Ceres y El Progreso Agrícola y
Pecuario, en la que se publicaron series de artículos
como los ocho sobre “Un
interesante trabajo de investigación agronómica. La calidad de los trigos y su
mejoramiento” (15 de Febrero de 1928 - 22 de Junio de 1929), como en las locales El Viticultor Navarro y La
Acción Social Navarra en la que se publicaron 10 artículos sobre “La clorosis
de la vid” ( 26 de Noviembre de
1914 al 30 de Enero de 1915) .
En los periódicos locales navarros fue donde realizó su labor más
directa de divulgación para los agricultores, como con sus 19 artículos
sobre “Los mejores trigos para Navarra”,[14] publicados en los cuatro periódicos de
Navarra a lo largo de 1926-7, o
los 13 artículos sobre “Errores vitícolas” del Diario de Navarra ( 27 de Febrero de 1917
al 24 de Mayo de 1925) .
Otras actividades
Además de realizar su importante trabajo investigador y de divulgación
agrícola colaboró
activamente en Organismos agrícolas
nacionales y locales pues fue
Vocal de la Junta Central del Instituto Nacional para la producción de Semillas
Selectas del Ministerio de Agricultura (Madrid), Asesor Técnico de la Asociación de Viticultores Navarros y
Jefe del Servicio de Semillas y Plagas del Campo
Su actividad específica de
enólogo (1º de España, 1915, y Premio de Honor), la desarrolló
trabajando como Bodeguero-Enólogo
de la “Bodega Cooperativa Olitense”
y de la “Cooperativa Vinícola de Tafalla”
Como resumen final de la vida profesional de Apolinar Azanza reseñada
más arriba, nada mejor que sus propias palabras referentes a las motivaciones de su trabajo como genetista, que no eran otras que el deber, la utilidad y, sobre
todo, el “placer indefinible” de ver cómo las plantas respondían a sus deseos
según escribía en 1927 sobre el trabajo del investigador:
Su perseverante labor se desarrollará año tras año entre la
indiferencia de los más, la incomprensión de no pocos y ciertas sonrisillas
entre burlonas y compasivas que son las más hirientes.
........................................
Para neutralizar tan ingrata perspectiva, cuenta el hibridador con los
mandatos inflexibles del deber y la honda satisfacción de ser positivamente
útil; y si aún no le basta, le
aguijoneará con ímpetu, ese placer indefinible de ver cómo responden las
plantas a sus deseos, surgiendo renovadas en maravillosas combinaciones[15]
[1] AZANZA, Apolinar , Datos acerca
de las variedades de trigo cultivadas en Navarra y Vascongadas en 1911 y Datos acerca de las variedades de avena cultivadas en Navarra y
Vascongadas, Pamplona 1911 . Inéditas
[2] Otorgado por
las 25 Matrículas de Honor obtenidas de las 27 asignaturas de la Carrera
[3] BRINGAS
GUTIÉRREZ, ; M. A., “La productividad de los factores en la agricultura
española (1752)-1935)”, Banco de España- Servicios de Estudios de Historia
Económica, nº 39, Madrid , 2.000, Cuadro, 1.1.
En al campaña cerealista de Navarra 2005-2006: trigo
duro de secano del sur de Navarra…sin alcanzar una tonelada por hectárea…y del
trigo blando, en torno a 5 t/hectárea, Navarra
Agraria, Pamplona, Octubre- Noviembre, 2006, pag. 23
[4] AZANZA, A., Conveniencia de que el viñedo de
experimentaciones de Villava vuelva a depender exclusivamente de la Diputación,
Pamplona, Octubre, 1931, pag. 2
[5] AZANZA,
A., Conveniencia de que el viñedo de experimentaciones de Villava vuelva a
depender exclusivamente de la Diputación, Pamplona, Octubre, 1931, pag. 2
[6] AZANZA, A., Vinos navarros de 1954-55, Pamplona,
1956, pag. 14, inédito
[7] AZANZA,
A., Notas sobre nuevos portainjertos y viníferas obtenidos en Navarra,
Pamplona, 1946, pag. 6
[8] Apolinar
Azanza mantuvo una constante en todos sus escritos: defender siempre el trabajo
de los agricultores
[9] AZANZA, A., La filoxera en los viñedos reconstituídos de
Navarra, La Acción Social, Pamplona, 1919
[10] AZANZA, A.,
El Oidium de la vid. Origen,
reconocimiento y tratamientos contra esta enfermedad, Federación católico
Social Navarra. Sección de Propaganda Agrícola, Pamplona, 1918
[11] AZANZA, A.,
Formulario de Terapéutica Vegetal, Colección “Catecismos del agricultor y
del ganadero”, Edic. Casa Calpe, Madrid, 1922
[12] AZANZA, A.,
La Piral y su tratamiento, La Acción
Social, Pamplona, 1922
[13] AZANZA, A,
Ideas y consideraciones sobre posibles planes a desarrollar por un
consorcio de bodegas cooperativas de Navarra ,La Acción Social, Pamplona,
1952
[14] En estos artículos periodísticos se
exponía por primera vez de manera metódica, todo lo referente a los trigos
cultivados en Navarra, según lo manifestaba el propio A. Azanza en Exposición sobre trabajos y temas agrarios, Pamplona,
1939, pag. 18, inédito
[15] AZANZA, A.,
La hibridación como procedimiento
mejorador de los trigos españoles. Resultados obtenidos en Navarra,
Pamplona, 1927, Pag, 197, Inédita
Magnífico!
ResponderEliminarMagnífico!
ResponderEliminarBuenas tardes,
ResponderEliminarEstimada Mercedes, me dirijo a Ud. desconociendo si este blog sigue activo hoy en día, por el motivo de poder tomar contacto para ampliar información sobre la vida profesional de Don Apolinar Azanza. Mi correo es julian@julianpalacios.es
Muchas gracias por adelantado, reciba un cordial saludo, atentamente
Julián Palacios
Viticultor e Ingeniero Agrónomo